A la hora de comprar toallas, lo primero que comprobamos es su suavidad . Sin embargo, una vez llevadas a casa, usadas e incluso lavadas un par de veces, las toallas tienden a perder su suavidad para volverse ásperas y apelmazadas.
No solo eso, las toallas tienden a permanecer húmedas, calientes y absorben mucho , convirtiéndose en un contexto perfecto para la proliferación de bacterias, gérmenes y moho. Precisamente por eso hay que cambiarlos y lavarlos con frecuencia.
Si usa suavizante de telas cuando lava las toallas con la esperanza de que vuelvan a estar suaves y fragantes, está cometiendo un gran error. Los químicos en los suavizantes de telas industriales se adhieren a las fibras de la tela, creando una capa que reduce la absorción de humedad.
Cómo lavar toallas para que queden suaves y esponjosas
Si hay dos ingredientes naturales que están entre los más versátiles para la limpieza del hogar, y que también aquí vienen bien, son el vinagre blanco y el limón .
Ambos ingredientes evitarán los malos olores y harán que las toallas sean súper suaves .
- Prelavado con agua fría.
- Vierta 70 ml de vinagre blanco y el jugo de 3 limones en la tina de suavizante de telas de su lavadora.
- Haz un lavado (no uses lejía).
- Enjuagar con abundante agua y dejar secar a la sombra.
El secado después del lavado también es muy importante para conservar la suavidad de las toallas. Lo ideal es agitarlas bien antes de extenderlas para que se desprendan todas las fibras y que se muevan.
Cuando cuelgue las toallas, asegúrese de hacerlo a la sombra: el sol directo hace que las toallas sean más rígidas y ásperas.
Ahora que ya sabes cómo lavar toallas para que queden suaves y esponjosas , prueba a aplicar este método enseguida para recuperarlas y sentir auténticas caricias la próxima vez que las uses.