Los vasos que huelen mal aunque hayan sido lavados a mano en el lavavajillas provocan no poca incomodidad y asco cada vez que te acercas a ellos con la boca para beber.

Hoy en día el lavavajillas ha entrado en todos los hogares del mundo, pero nadie lo cuida, como se debe, o igual que se hace con la lavadora. El lavavajillas también debe limpiarse, lavarse e higienizarse y mantenerse regularmente para que funcione bien y nos deje satisfechos después de cada uso.
Desde hace unos años es nuestro salvavidas, porque cuando tienes prisa o no te apetece fregar los platos a mano, lo activas y funciona solo. Los platos siempre están más que limpios y perfumados sin haber hecho nada. Desafortunadamente, aunque rara vez, después de comenzar el lavado, una vez que se abre la puerta, en lugar de oler a limpio, hay un olor muy extraño y pesado.
Cuál es el error que cometen todos los que tienen lavavajillas
Muchos se preguntan cuál es el error y empiezan a cambiar detergente tras detergente pensando que ahí está el problema. En realidad no es así. El problema es el método por el cual se utiliza el aparato. Probablemente quienes lo utilicen, no presten atención a una cosa en particular.

Si los vasos se han utilizado para beber algo que no sea agua, se deben enjuagar bien con agua corriente caliente. Sería útil usar un poco de jabón para platos además de agua para eliminar olores y manchas. Pero hay quien en vez de enjuagarlas una a una, perdiendo tiempo y desperdiciando agua y energía, llena una sola palangana en el fregadero con agua caliente y el jugo de un limón y luego las mete todas, solucionando el problema de una vez por todas. todos
De hecho, el limón es milagroso, elimina el olor y la suciedad en pocos segundos, 10 minutos son suficientes para obtener un magnífico resultado . Solo entonces se pueden colocar los vasos directamente en el lavavajillas para esperar un resultado cautivador, garantizado en este caso.
Truco para higienizar y perfumar el lavavajillas
A este truco le sigue otro, que en realidad es un truco antiguo , que hay que aplicar directamente al lavavajillas. Intervenimos en el aparato para tener vasos y vajillas más que brillantes. Lo que tienes que hacer es colocar unas cáscaras de limón dentro de la cesta del lavavajillas, justo al lado de los vasos. Una vez que el lavavajillas se pone en marcha, las cáscaras soltarán su buen olor.

Luego está el vinagre, que se puede utilizar de muchas formas para eliminar los malos olores del lavavajillas. En concreto, el método más recomendado es el siguiente: llenar un vaporizador con tres partes de vinagre y solo una de agua y vaporizar la solución directamente sobre los vasos. Puedes utilizar el mismo método para todas las ollas de acero, que saldrán perfectamente pulidas y evidentemente perfumadas.
Bicarbonato de sodio, una auténtica panacea allá donde se utilice
No podemos dejar de mencionar el bicarbonato de sodio que nunca falta entre los remedios más adecuados en la cocina. En este caso, como en muchos otros, el vinagre es el mejor producto que elimina cualquier mancha sin esfuerzo. Todos lo conocemos y sabemos que es un ingrediente fabuloso, antiolor, perfecto para usar tanto en electrodomésticos como para el lavado de manos.

Solo tienes que esparcir un poco sobre los vasos y luego proceder iniciando el lavado. El olor solo será un recuerdo lejano. Al disponer los vasos en el cesto, deben permanecer alejados unos de otros, porque de esta forma el agua puede circular sin obstáculos.
Consejos para el uso correcto del lavavajillas
En cuanto al detergente, se utiliza uno natural, que no daña el aparato, no daña la vajilla y obviamente es ecológico. Otro consejo es no poner temperaturas excesivas en el lavavajillas, porque estas dañan el cristal.

Finalmente todo lo que se lava, especialmente los vasos que son los que huelen con facilidad, hay que dejarlos escurrir y secar solos sin utilizar paños de cocina. Estos últimos en ocasiones trasladan su mal olor, por ejemplo el olor a humedad, de forma que a pesar de lavarlos parecerá que han quedado sucios.