Después de las compras, al regresar a casa, la mayoría de las personas colocan la mayoría de sus productos en el refrigerador. Sin duda, este es el lugar más apropiado para conservar alimentos frescos. Pero, admita, a menudo comete el error de almacenar alimentos que no pertenecen allí. Tal vez sin darse cuenta o por practicidad. Sin embargo, abarrotar tu frigorífico no es una buena idea: su rendimiento no será óptimo y ciertos alimentos pueden pudrirse rápidamente. Esto puede conducir a la formación de malos olores y moho. Además, ten en cuenta que algunos productos no admiten el almacenamiento a temperaturas demasiado frías. A veces es incluso mejor comerlos en el acto que mantenerlos frescos.

Es un hábito bastante extraño, todo hay que decirlo. Tan pronto como queda un espacio disponible en el refrigerador, tendemos a querer llenarlo de inmediato. Sin embargo, es importante dejar que el aparato se ventile para un rendimiento óptimo y para conservar adecuadamente los alimentos frescos. Además, no todos los productos alimenticios deben almacenarse siempre en el frigorífico. Algunas incluso pueden perder sus propiedades, su sabor y acabar en la basura. Para evitar desperdicios innecesarios, sería bueno aprender a almacenar mejor los alimentos. Por último, para no cometer más errores, lo mejor es seguir los métodos de conservación del supermercado: en cuanto pongas un producto en el carrito, presta atención a dónde está guardado. Si hace frío, guárdelo en el refrigerador,

1. Pan

Para los que aún no lo saben, el pan se seca más rápido si se guarda en la nevera. Se enfría, se ablanda y pierde su sabor. Por eso es mejor guardarlo en una caja especial o envolverlo en una bolsa de lona. Si por alguna razón necesita almacenarlo por más tiempo, puede envolverlo en una toalla y ponerlo en el congelador.

2. Patatas

Las patatas  ocupan  mucho espacio en la nevera. Pero eso no es todo: las temperaturas frías tienden a alterar su textura y sabor, se vuelven dulces y granulados. La mayoría de las veces, las papas incluso revelan un sabor amargo y menos goloso. Lo ideal es que se almacenen en un lugar ligeramente fresco donde no haya mucha humedad.

3. Tomates

¿Solías poner tus tomates en el compartimento inferior? Mala idea: cambian rápidamente de sabor cuando se almacenan en el refrigerador. De hecho, bajo la influencia de las bajas temperaturas y la  humedad , los tomates pierden todas sus propiedades y textura jugosa. Por lo tanto, se recomienda conservarlos en un lugar fresco, pero no en la nevera.

4. Abogados

Además, por temor a que maduren demasiado rápido, muchas personas guardan los aguacates en el refrigerador. Ciertamente, los aguacates son una de esas frutas que continúan madurando incluso después de ser recolectadas. Si quieres consumirlas rápidamente, la nevera no es el lugar más adecuado, ya que ralentizará inmediatamente el proceso de maduración. Es mejor mantenerlos a temperatura ambiente. ¡A menos, por supuesto, que prefiera comerlos más tarde y evitar que maduren demasiado rápido!

5. Plátanos

nevera de plátanos

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Plátanos en la nevera – Fuente: spm

Los plátanos verdes que todavía están verdes se pueden guardar en el  refrigerador . Por otro lado, es absolutamente necesario evitar instalar los que ya están maduros, porque corren el riesgo de ennegrecerse muy rápidamente. De hecho, estos últimos generalmente se echan a perder después de 2 a 3 días. Sin embargo, si desea conservar su frescura por más tiempo, simplemente envuelva los extremos con una película adhesiva. Lo mismo ocurre con las manzanas, lo mejor es guardarlas en una bolsa.

6. cebollas

La humedad y el frío del frigorífico ablandan las cebollas e incluso acortan su vida útil. Por no hablar de que un espacio muy húmedo, como la nevera, también puede dar lugar a la formación de moho. Por tanto, se recomienda encarecidamente conservarlos en un lugar fresco pero seco, especialmente no junto a las patatas, ya que esto podría afectar a su sabor y propiedades.

7. Ajo

bol aflige

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Ajo – Fuente: spm

Si se refrigera, el ajo se vuelve tan suave como el caucho. Para prolongar la vida útil de las cebollas y el ajo, guárdelos en bolsas de papel perforadas. Conservarán sus propiedades durante más tiempo y no se verán afectados por el moho durante varios meses.

8. Aceite de oliva

Nunca almacene aceite de oliva en el refrigerador. A bajas temperaturas cambia de textura, lo que afecta no solo su calidad, sino también la de los alimentos que cocinarás en este aceite. Para conservar todas sus propiedades beneficiosas, es importante mantener la botella a una temperatura ideal entre 12 y 16°C, lejos de un ambiente demasiado frío y de cualquier fuente de calor.

9. café

Ya sea café molido o café en grano, tampoco se debe guardar en la heladera, ya que no solo perderá su sabor, sino que peor aún, es muy probable que absorba la humedad y otros olores de la heladera.

10. miel

tazón de miel

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Miel – Fuente: spm

No hay razón para almacenar miel en el refrigerador. Su lugar está en la despensa, lejos de la luz y el calor. También debe almacenarse en un recipiente de vidrio hermético. Advertencia: si lo metes en la nevera, tenderá a endurecerse con facilidad, se volverá más dulce que el original y perderá sus propiedades gustativas.