Ideal en la cocina, esta receta de jabón exfoliante con posos de café y aceites esenciales de limón y tomillo. Este jabón exfoliante casero de posos de café tiene poderosas cualidades desodorantes . Neutraliza los olores de cocina en las manos como el ajo o el pescado.

En esta receta, opté por usar  sosa cáustica pura en forma sólida . Puedes encontrarlo fácilmente en tiendas de bricolaje. 

Para dar sabor a este jabón, elegí los aceites esenciales de ralladura de limón y tomillo timol. Estos dos aceites esenciales con propiedades antibacterianas dejan un olor suave y fresco en tus manos.

¡Vamos por esta receta de jabón exfoliante de café que rápidamente se convertirá en un imprescindible en tu cocina!

¿Cómo hacer un jabón exfoliante de café?

Ingredientes :

Mantecas y aceites vegetales

  • 400g de aceite de oliva vegetal para aportar suavidad y dureza al jabón
  • 300 g de aceite vegetal de coco para enjabonar el jabón y darle un buen poder de limpieza
  • 200g de  manteca de karité para nutrir, reparar y suavizar la piel
  • 100g de  manteca de cacao para nutrir la piel pero también para endurecer el jabón
  • 100 g de aceite de ricino para que el jabón sea más emoliente con una espuma más cremosa

la mezcla de refresco

  • 149 g de sosa cáustica
  • 320g de agua

Adiciones

  • 1 cucharada de café molido
  • 33 g de aceite esencial de ralladura de limón
  • 16 g de aceite esencial de tomillo timol

Advertencia: si quieres cambiar algún ingrediente de la receta, te invito a leer el artículo  Formula con cuidado tu propio jabón .

Preparación :

  1. Preparar y desinfectar el equipo así como el espacio de trabajo.
  2. Preparar la solución de soda cáustica: Colóquese los guantes, las gafas y el delantal. Despeje el área de trabajo y mantenga a los niños alejados. Encuentre un espacio bien ventilado (cerca de una campana de cocina o una ventana, al aire libre, etc.). Pesar el agua en un recipiente. En otro recipiente, pesar la sosa cáustica, agregar lentamente la sosa cáustica al agua. Revuelve hasta que el líquido se vuelva translúcido nuevamente, luego deja la mezcla a un lado. Advertencia: no respirar los vapores. El hidróxido de sodio alcanza una temperatura de 95 ºC, por lo que debe manipularse con cuidado.
  3. Pesar y derretir las mantequillas y los aceites sólidos en un bol grande al baño maría. Cuando todo esté derretido, agregar los aceites líquidos y mezclar bien.
  4. Tan pronto como los aceites y la sosa cáustica alcancen una temperatura entre 37 y 40 ºC, añadir la solución de sosa cáustica a los aceites.
  5. Mezcle con una batidora de inmersión, teniendo cuidado de parar el motor de vez en cuando (para no sobrecalentar la mezcla) y revuelva sin el motor encendido. Cuando se deba parar, asegúrese de que la batidora permanezca completamente sumergida para evitar salpicaduras de jabón cáustico. Si se forma espuma, mezclar con una espátula hasta que desaparezca.
  6. Una vez que aparezca un ligero rastro, agregue los aceites esenciales. Mezclar con la espátula.
  7. Para el marmoleado, divide tu preparación en dos en un recipiente nuevo. Agregue 1 cucharada de café molido a una de las dos mezclas. Mezclar con la espátula. 
  8. Cuando la mezcla esté homogénea, vierte las dos preparaciones simultáneamente en el molde de jabón como si estuvieras haciendo una tarta marmoleada. Con un palillo, acentúe el marmoleado haciendo 8 en el molde.
  9. Deja que el jabón se endurezca durante 48 horas. Desmoldar y cortar el jabón con guantes.
  10. Dejar secar durante 6 semanas.

Consejos de uso:

Para aprovechar todas las virtudes de este jabón, humedece las manos, enjabona suavemente haciendo espuma con movimientos circulares y aclara.

Para optimizar la conservación de este jabón exfoliante con posos de café, asegúrate de mantenerlo en un lugar seco y ventilado. Lo ideal es ponerlo sobre una jabonera para que no entre en contacto con el agua.