Las orquídeas se encuentran, sin duda, entre las flores más bellas y populares del mundo. Con varios colores y formas, le dan un toque tropical a cualquier ambiente.

Sin embargo, las orquídeas son tan hermosas como difíciles de florecer o volver a florecer. Estas son plantas muy frágiles y sensibles, que requieren un cuidado adecuado, que debe aplicarse sin error.

Siempre sucede lo mismo cuando traemos orquídeas a casa: una vez que las flores han caído, nunca vuelven a crecer. La planta puede vivir durante años sin volver a florecer.

Pero, si se encuentran las condiciones adecuadas y el momento adecuado, las orquídeas pueden volver a florecer. Como regla general, conviene recordar que las orquídeas no toleran el sol directo, e incluso ambientes exteriores en los que la temperatura puede descender por debajo de los 15°C o por encima de los 30°C.

Busca un lugar con mucha luz. Las orquídeas aman los ambientes luminosos, pero no toleran la luz solar directa. Si se mantiene en el interior, la mejor ubicación es cerca de una ventana, preferiblemente orientada al norte o al noreste.

La humedad del suelo. Las orquídeas se venden con sustrato de corteza de pino porque sus raíces necesitan el máximo drenaje y el mínimo estancamiento de agua. Son plantas de los bosques tropicales, que crecen sobre los árboles y viven de la humedad de la niebla después de las lluvias. Las orquídeas necesitan un sustrato húmedo pero no mojado.

Fertilizante adecuado. Las orquídeas necesitan un abono específico, que se puede adquirir en tiendas especializadas. Sin fertilizante, la floración es poco probable.

Las orquídeas compradas casi siempre provienen de invernaderos y ya están abundantemente fertilizadas. Sin embargo, después de unos meses deberíamos comenzar a verter fertilizante.

Contraste de temperatura adecuado. Las orquídeas necesitan un excelente contraste de temperatura en las semanas previas a la llegada de la primavera. Este contraste es de unos 10°C entre la mínima de la noche y la máxima del día. Una forma de garantizar este contraste es colocar la planta cerca de una ventana orientada al norte durante las noches de marzo y, de todos modos, fuera del calor.

Durante el día, sin embargo, se puede mover a un lugar donde pueda recibir luz y calor. Este factor es fundamental para estimular la floración de las orquídeas.