La limpieza de la  placa a veces puede ser muy agotadora y estresante. Entonces, si puede encontrar nuevos métodos para tener éxito en la operación, definitivamente es una ventaja. Es una superficie que se utiliza muy a menudo durante el día. Las incrustaciones, manchas y gérmenes están a la orden del día, y por ello es fundamental mantener la encimera limpia en todo momento. Pero existen productos altamente efectivos que todos tenemos en casa y que nos pueden ayudar en esta difícil tarea.

Hay muchos productos en el mercado para limpiar la placa, muchos agresivos y elaborados con sustancias químicas. Sin embargo, es posible limpiar la placa a la perfección con un producto eficiente que todos tenemos en casa. La mayoría de la gente sabe que la pasta de dientes es excelente para limpiar pequeños líos. Pero, ¿sabías que también se puede utilizar para limpiar tu placa? Por lo tanto, la pasta de dientes se puede utilizar para eliminar manchas e incrustaciones persistentes . ¡Pero veamos cómo proceder!

No necesitas vinagre ni limón: si haces esto, ¡harás que tu placa brille en segundos!

Quemador

Independientemente del plan de su cocina, un consejo clave es actuar rápido . Limpie siempre la superficie de su placa después de preparar alimentos. Cuanto más se tarde en quitar las manchas, más solidificadas y pegadas estarán y más costará quitarlas. Asegúrese de que la placa esté fría y apagada . Lo creas o no, la suciedad se eliminará con menos esfuerzo cuando esté apagada y la placa esté fría. En cualquier caso, su superficie es fácil de limpiar porque es lisa. Se recomienda utilizar un dentífrico específico sin elementos abrasivos para eliminar las incrustaciones.

  • Paso 1. Primero debes hacer una limpieza de la superficie. Con la ayuda de un paño o papel de cocina, retira los restos de comida una vez que la placa se haya enfriado.
  • Paso 2. Aplicar el dentífrico por toda la superficie, especialmente en las zonas más incrustadas. Extendemos bien y dejamos actuar la mezcla unos 5-10 minutos. Puedes ayudarte con un paño o un estropajo (nunca utilices una esponja de aluminio ya que podría rayar la superficie).
  • Paso 4. Luego retírelo con una microfibra húmeda u otro paño delicado.
  • Paso 5. Finalmente, seca toda la superficie y ¡listo!