Cuando nos duchamos, podemos tener la tentación de orinar en ella. Este gesto también es ecológico, porque ahorra agua. Sobre todo porque una descarga consume hasta 10 L de agua potable. Sin embargo, si este hábito es beneficioso para el medio ambiente, conlleva riesgos importantes. Descubre por qué no se recomienda orinar en la ducha.

El chorro de agua de la ducha puede provocarnos ganas de orinar. Este hábito debe evitarse especialmente en mujeres y aquí está la razón principal.

Chorro de agua de la ducha

Chorro de agua de la ducha – Fuente: spm

¿Por qué no se recomienda orinar en la ducha?

Alicia Jeffrey-Thomas, fisioterapeuta estadounidense, advirtió de los riesgos de orinar en la ducha, en un video de su cuenta de TikTok.

Según ella, orinar  en la ducha  podría provocar el riesgo de fugas de orina con el tiempo. De hecho, cuando orinamos mientras el agua de la ducha fluye,  nuestro cerebro puede establecer una asociación entre orinar y el agua que fluye. Así, este último; puede desencadenar una necesidad urgente de orinar cada vez que escuche correr el agua. Es un automatismo que desarrolla nuestro cerebro. Esta asociación es además más arriesgada, para las personas que con la edad  desarrollan problemas a nivel del suelo pélvico,  y por lo tanto tienen más mal que contener ante un deseo apremiante. El riesgo de pérdida de orina se vuelve mayor  cada vez que la persona escucha correr el agua.

El fisioterapeuta aconseja  detener el chorro de agua  antes de ir al baño,  para evitar cualquier asociación del cerebro.

mujer duchándose

Mujer duchándose – Fuente: spm

Por otro lado, este gesto no es especialmente recomendable para las mujeres, ya que  su anatomía no está adaptada a esa forma de orinar. De hecho, mientras está de pie, el suelo pélvico o el perineo no pueden relajarse como deberían, por lo que  la vejiga no se vacía por completo. De hecho, el perineo solo puede relajarse completamente en cuclillas.

Además, si la vejiga no se vacía por completo,  esto podría causar infecciones del tracto urinario. Si las ganas de orinar son irreprimibles, el fisioterapeuta aconseja a las mujeres  ponerse en cuclillas y no orinar de pie.

Tenga en cuenta, sin embargo, que no se recomienda abstenerse de orinar, debido a las graves consecuencias que podría tener al convertirse en un hábito.

¿Por qué no es recomendable abstenerse de orinar?

La orina contiene agua, pero también  desechos que el cuerpo necesita evacuar. Cuando dejamos de orinar, la orina se estanca y es así como  las bacterias se acumulan en la vejiga,  dando lugar a una infección del tracto urinario también llamada cistitis. Esta inflamación de la vejiga afecta principalmente a las mujeres y produce, entre otras cosas, dolor abdominal y sensación de ardor al orinar.

Retener la micción también puede conducir a la formación de cálculos renales.  Formados por sales minerales, estos cálculos de tamaño variable se acumulan en los riñones, la vejiga o la uretra, provocando así fuertes dolores. 

La retención urinaria también puede conducir a una consecuencia más grave,  a saber, el reflujo vesicoureteral. Esta enfermedad ocurre cuando la orina regresa a la uretra y los riñones, en lugar de ser expulsada.

Por último, evita orinar de pie para que tu cerebro no asocie el flujo de agua con las ganas de orinar, pero también para prevenir el riesgo de infecciones urinarias que esto podría provocar.