¿Manchas de lejía en la ropa? He aquí cómo deshacerse de ellos rápidamente

Entre las manchas más difíciles de quitar de la ropa se encuentran sin duda las debidas a la lejía , que una vez caída sobre el tejido es realmente difícil de quitar. Aunque hay muchos productos en el mercado para quitar las manchas de la ropa, a menudo este tipo de manchas simplemente no quieren desaparecer. Pero no te desesperes, hay trucos que te pueden venir muy bien.

La lejía es un producto muy querido por mucha gente porque es capaz de eliminar hasta la suciedad más resistente de la ropa, acabando con todos los gérmenes y bacterias entre otras cosas . Realmente una sola gota es suficiente para lograr el efecto deseado, haciendo que la ropa vuelva a lucir como nueva.

Sin embargo, a la hora de utilizar lejía, hay que prestar especial atención y precaución , precisamente por sus increíbles propiedades. Precisamente por eso también es importante llevar guantes de protección, ya que esta sustancia podría ser nociva para nuestra salud por su toxicidad.

¿Cómo se pueden quitar las manchas de lejía?

Puede ocurrir que al utilizar lejía, unas gotas caigan inexorablemente sobre la ropa, provocando así la aparición de manchas desagradables y evidentes. Así que veamos cuáles son los trucos para quitar u ocultar estas imperfecciones, evitando así tirar la prenda comprometida.

Manchas de lejía

 

En el caso de que la prenda afectada sea negra, solo hay un remedio que se puede adoptar para solucionar el problema, y ​​es teñir todo el tejido del mismo color que la mancha. Este último será completamente invisible y podrá seguir usando la prenda en cuestión.

En cambio, para prendas más ligeras es posible intervenir quitando toda la mancha y utilizando ingredientes simples. Una de las mezclas más efectivas es la que consiste en 1 taza de vinagre blanco y 1 taza de alcohol isopropílico . Combina estos dos líquidos en un recipiente y mézclalos bien hasta obtener una mezcla homogénea. En este punto, aplica el producto sobre la mancha de lejía, frotándolo muy suavemente.

Durante la aplicación es imprescindible no frotar por ningún motivo, ya que esto podría provocar una dilatación de la propia mancha y así agravar el conjunto. Finalmente, enjuague con agua fría y repita el procedimiento hasta que la mancha desaparezca por completo.