Hojas, tallos, pieles… muchos de nosotros tenemos la costumbre de tirar estas partes consideradas “inútiles” en las verduras que comemos a diario. Sin embargo, estos se pueden usar perfectamente en la cocina, siempre y cuando sepas los consejos correctos.

Para evitar el desperdicio de alimentos y ahorrar dinero, es conveniente aprovechar al máximo nuestra comida cuando vamos a la cocina. Nutritivas y, a menudo, comestibles, estas partes que convertimos en desechos se pueden usar de muchas maneras. Aquí te mostramos cómo aprovechar tus verduras para optimizar su sabor y sus virtudes para tu salud:

1. Hojas y tallos de remolacha

Más dulces que las de las acelgas, los tallos y las hojas de la remolacha tienen un sabor suave que podemos aprovechar para varias preparaciones. Estos se pueden comer crudos en batidos o en jugo . Otra forma sabrosa de disfrutarlos es utilizarlos como base para preparar una deliciosa tortilla o saltearlos al ajillo, acompañados de verduras, arroz, quinoa o pasta. Por último, también puedes añadirlos a un guiso o a una rica sopa de verduras .

tallos de puerro

2. La parte verde de los puerros y las cebollas verdes

Muchos tenemos la mala costumbre de tirar la parte verde del puerro o la cebolla verde. Sin embargo, este último es tan tierno como el blanco y contiene una gran cantidad de nutrientes beneficiosos. Después de haberlas lavado abundantemente con agua y quitado las partes secas o amarillentas, corta estos tallos en finas rodajas o aros. Puedes usarlos para preparar un salteado de verduras, una sopa o incluso para acompañar una ensalada.

3. Pieles de cebolla

Las pieles de cebolla se pueden utilizar de muchas maneras . En la cocina son ideales para dar sabor y sabor a nuestros caldos e incluso se pueden preparar como sopa. Para ello, ponemos sus pieles en una cazuela, acompañadas de patatas, puerros y zanahorias. Agregue agua con un cubo de carne y cocine durante media hora. Sal y pimienta, ¡todo lo que tienes que hacer es mezclar todo!

brócoli asado

4. Tallo de brócoli

Dado que el tronco del brócoli puede ser muy grueso, es recomendable empezar por pelar su capa exterior. Esto eliminará las partes que son demasiado duras para beneficiarse de su alto contenido en fibra. Todo lo que tienes que hacer es cortarlo en dados o cubos y cocinarlo de la misma manera que tus floretes . Para ello, la cocción al vapor es ideal. ¡Pero también es posible prepararlo asado al horno!

5. Cabezas de zanahoria

Ricas en antioxidantes y fibra, las cabezas de zanahoria se pueden cocinar en forma de sopa, sopa o caldo. Al igual que el perejil, también se pueden incluir en diversas preparaciones, sobre todo si quieres preparar tu propia mantequilla casera o una rica salsa pesto. Para hacer esto, simplemente sustituya la albahaca por las puntas de zanahoria picadas. Simplemente lávelos y clasifíquelos antes de usarlos para eliminar las hojas marchitas o amarillentas.

chips de cáscara de patata

6. Pieles de patata

Después de haber lavado bien las verduras, pela las patatas y reserva su piel. Estos pueden agregarse al caldo o convertirse en un sabroso refrigerio para sorprender a sus invitados. ¡Y por una buena razón, la piel de este tubérculo se puede utilizar para preparar deliciosos chips caseros ! Para ello, mezcla una cucharada de aceite de oliva, una cucharada de hierbas provenzales y salpimienta al gusto. Lava las cáscaras de las papas y sazónalas con esta mezcla. Extiéndalo todo en una bandeja para hornear y hornee durante 15 minutos a una temperatura de 200 grados.

7. Tallos de espinaca

¿Sabías que las espinacas se pueden comer enteras? De hecho, sus tallos no solo son comestibles sino también muy nutritivos y se pueden utilizar para preparar velouté o salteados con ajo y aceite de oliva. También puedes cocinarlos al vapor o directamente en agua durante 2 o 3 minutos antes de dorarlos en la sartén.